Las excusas, por delante… La iluminación en los acuarios era mínima (como debe ser pensando en el bienestar de los animales) y la cámara de mi móvil da para lo que da (que a la vista de los acontecimientos no es mucho). Como resultado, la mitad de las fotos están desenfocadas y la otra mitad es copia de la primera (porque todo el mundo saca la misma foto varias veces pensando que alguna saldrá bien). Tengo claro que con este reportaje no me llevo el Pulitzer de fotografía.
Dicho lo cual, en el siguiente enlace encontraréis fotos y vídeos de algunas de las cosas que nos han pasado hoy. Mención especial para las belugas, que estaban especialmente juguetonas (y pasándoselo pipa con los humanos al otro lado del cristal). En fin, esto ha sido nuestro viaje al Oceànografic.
Un saludo.