Os cuento dos o tres cosillas.
Doña Celia, nuestra maestra en prácticas, ha concluido el desarrollo de su unidad didáctica, así que ya ha puesto fecha para el correspondiente examen. Le propuse hacerlo el martes, justo un día antes de que se nos vaya a todos la cabeza con la celebración de las Jornadas Plurilingües, pero no puede ser; fue ella la que se acordó de que ese día tenemos la tercera sesión de escalada, así que por motivos evidentes, la fecha queda descartada. Tendrá que ser el lunes 7, aprovechando que no hemos empezado a celebrar comuniones aún. Para más inri, ese martes vendrán a impartir una charla de higiene bucodental a nuestra clase, así que más motivos para el descarte.
He abierto el correo antes de sentarme a escribir y he visto varios mensajes de esta mañana solicitando acceso al formulario del libro (que se añaden a los que ya vi ayer). En clase le he recordado a vuestros hijos que el acceso está configurado de forma que solo se pueda realizar si se está previamente identificado con una cuenta de lacedes.com. Desde sus ordenadores pueden hacerlo sin problema y si lo que queréis es poder recuperar las preguntas para imprimirlas o algo por el estilo, vuestros hijos tendrán que iniciar sesión en el dispositivo desde el que queráis hacerlo. Se saben su contraseña, así que debería ser sencillo.
Tercer y último asunto del día, ¡qué susto! En plena clase de inglés he oído un estruendo y al girar la cabeza me he dado cuenta de que se había caído un pedazo de la moldura de la pared, que al golpear contra unos bártulos que tengo apoyados justo debajo se ha roto con el consiguiente escándalo. La cosa no ha ido más allá del susto, en particular para los dos o tres que estaban más cerca. Una vez comprobado que todo el mundo estaba bien, hemos recogido los trozos y hemos dado aviso para que vengan inmediatamente a revisarlo, por supuesto. No sé qué habrá podido pasar, la verdad.
Os dejo, que tengo un montón de correos (vuestros) que responder. Un saludo.