Los jueves apenas paso por clase un par de períodos, así que hoy les he dado poca guerra.
Hemos corregido el cuadro resumen de la unidad 3 de Lengua y les he puesto unos pocos ejercicios del repaso como deberes (tan pocos que la mitad habían acabado con todos antes incluso de que acabara la clase). Esta claro que soy un blando.
En Matemáticas, no les he mandado nada, pero no tengo la menor duda de que este fin de semana se lo van a pasar requetebién cuando mañana les encargue unas cuantas divisiones con divisores de dos cifras. Hoy he empezado a explicar su mecanismo de resolución y creo haber provocado varios derrames cerebrales.
Cambio de tercio para advertir que llevan en la carpeta viajera una autorización para asistir a una función que se engloba dentro del ciclo de cine del festival Abycinitos. Vamos con el tiempo muy justo (parece ser que la confirmación por parte del festival ha llegado recientemente) y os tengo que pedir por favor que mañana sin falta me la devuelvan ya firmada (y con los cinco euros para cubrir costes que indica la propia autorización). Imagino que mañana viernes se pondrán en contacto con los organizadores del festival para confirmar el número de asistentes, así que por favor, que no se os olvide.
Aprovecho que os escribo para adelantar que mañana enviaré a vuestros hijos a casa con todos los exámenes realizados hasta la fecha en las carpetas viajeras. Dispondréis de todo el fin de semana para revisarlos, pero es importantísimo que el lunes los traigan de vuelta para que yo los pueda archivar. Este ritual de entrega y recogida de exámenes es una de esas cosas a las que doy mucha solemnidad, por lo que os pido por favor vuestra colaboración para que el lunes nadie se los olvide en casa. Acompañará al lote una hoja de papel que deberéis firmar para atestiguar que efectivamente vuestros hijos os han entregado los exámenes y que habéis podido revisarlos. Si no me devuelven esa hoja firmada el lunes, interpretaré que no os los han enseñado, con lo que el rapapolvo será máximo. En estas edades doy por sentado que siempre os los enseñan (dentro de unos años, otro gallo cantará) y mi experiencia me dicta que cuando un alumno no trae de vuelta la carpeta con sus exámenes no es porque no la haya entregado en casa, sino porque la ha olvidado en casa. Pero da igual, prefiero pecar por exceso de celo que por defecto en este asunto, así que el que no los entregue de vuelta el lunes tendrá que apechugar con las consecuencias.
Un saludo.