Ya estamos metidos en el mes de diciembre y encarando la que será la semana más rara de todo el curso, con esos dos días festivos ahí en medio que romperán totalmente el ritmo habitual. Para terminar de rematar la jugada, resulta ser la semana previa a la celebración de la sesión de la primera evaluación, con lo que nos vemos abocados a la realización de los últimos exámenes, como bien sabéis. En fin, es lo que hay.
Sea como fuere, este fin de semana se han marchado a casa con poca tarea. Tienen que terminar, si es que no lo han hecho antes, los ejercicios de Lengua y Matemáticas que les pedí hacer ayer. Hoy hemos incorporado ejercicios del repaso de Natural Science y varias páginas del Activity Book de Social Science. Si tienen que terminar alguna lámina de Arte que tengan pendiente, ahora es el momento.
Yo los he mandado a casa con las tabletas y con la promesa de activarles un par de lecciones de Lengua y Matemáticas. En cuanto publique esto me pongo con ello.
Y poco más, al menos en lo curricular. En lo extracurricular, y para sorpresa mía, unas cuantas han decidido montar un club de drama. El caso es que no solo es que lo hayan organizado (ellas solas); es que hoy han actuado dos veces en clase y en el patio representando la obra que habían ensayado previamente y que contaba la historia de un tipo que se pasa encaramado siete años al tejado de un edificio comiendo solo pipas con la promesa de convertirse en zar de Rusia. Poca broma.