Otro mes al que damos carpetazo y curso del que empezamos a atisbar el final.
Ayer no escribí, pero a lo mejor debería haberlo hecho. Doña Laura se encontró con once alumnos (de veinticuatro) que o bien no habían hecho las tareas de repaso del tema (del que se han examinado hoy) o bien no habían traído a clase el material necesario, con lo que tres cuartas partes de lo mismo. Un pequeño desastre y un gran mosqueo por su parte. No es para menos, la verdad. A estas alturas del curso, tenéis a vuestros hijos más quemados que una barbacoa, lo sé, pero queda un mes y medio… Ojo que la liamos a última hora.
A ver si el calor nos da un poco de tregua, porque ciertamente no ayuda a mantener el ánimo y la concentración. Pero una ayudita en casa no nos vendría mal, ahí lo dejo.
El caso es que entre unas cosas y otras, nos hemos marchado a disfrutar de un fin de semana largo, que de vez en cuando se agradece un montón. Los he mandado a casa con pocas tareas de libreta (el resumen y los ejercicios de repaso de Lengua, nada más), pero también se han llevado la tableta y ahora les activaré unas cuantas lecciones, tanto de los temas 11 como de los 12 de Lengua y Matemáticas. De Inglés también llevan actividades, así que el grueso del trabajo de este fin de semana será digital. Si las tabletas fallan, ya sabéis que tenéis medios para acceder usando otros dispositivos. Que lo hagan, por favor, que su trabajo en Snappet tiene su reflejo en las calificaciones trimestrales.
Ya está fechado el examen de Inglés, no así los de Lengua, Matemáticas y Natural Science. Serán pronto e irán seguidos los unos de los otros. Otro motivo más para dedicarle a las tabletas el tiempo necesario.
La noticia del día ha sido otra, no obstante. Hoy nos ha dejado doña Rosa, nuestra profesora en prácticas de la Facultad de Educación. Siete millones de dibujos le han regalado vuestros hijos. Llevaba tantos en una bolsa que una compañera se creía que había vaciado una papelera. Les ha dado un detallito en forma de piruleta y bombón. Les he pedido a los alérgicos prudencia y que no se comieran nada sin preguntar antes en casa, espero que me hayan hecho caso.
Antes de irme (que yo a cuarta hora dejo de verlos), les he entregado la autorización para el viaje de fin de curso. Doña Laura y yo hemos pensado que se merecían un viaje exclusivamente lúdico y hemos contactado con una empresa de ocio de aventura que opera en el embalse de la Fuensanta, entre Elche de la Sierra y Yeste. Nos han preparado una jornada de actividades eminentemente acuáticas prevista para el 6 de junio. En la autorización figura la información necesaria sobre el coste y la forma de pago y preinscripción. Os animo a que les dejéis participar, que se lo pasarán pipa y se lo han ganado después de un duro año lidiando con un callo como el que os escribe.
Creo que no me dejo nada en el tintero. Si así fuera, os escribo nuevamente durante el fin de semana.
Un saludo.