¡Nos vamos de viaje!
A ver, coordinémonos. La hora de salida, según figura en la circular que repartimos hace un par de semanas, está estipulada a las 7:15, con lo que para la buena marcha deberíamos estar todos en la punta del parque Abelardo Sánchez cinco minutillos antes (que lo mismo el autobús llega tarde, como alguna vez nos ha pasado, pero esa es otra historia…). Sea como fuere, madrugón al canto.
La última de las actividades programadas (la del Hemisfèric) acabará a eso de las cinco de la tarde, con lo que calculo que podremos salir de Valencia más o menos una hora después. El viaje dura aproximadamente dos horas, así que la hora estimada de llegada (de nuevo en la punta del parque) será a las 20:00, momento en el que podréis recoger a vuestros hijos.
Obviamente, la indumentaria debe ser el chándal del uniforme. Echad un vistazo a la previsión meteorológica y decidid en consecuencia. Yo me llevaría pantalones cortos, que 25°C en Valencia, con la humedad ambiental, son poca broma. La gorra es altamente recomendable y la crema solar (puesta en casa y aplicada nuevamente mientras estemos allí), también.
Cada uno debe llevar una mochila que pueda transportar cómodamente en su espalda. Iremos con ella puesta prácticamente todo el día cargando con nuestra comida. Precisamente por eso les recomendé encarecidamente que ese día se alimenten a base de bocadillos. Así, conforme vaya pasando el día, irán reduciendo el peso. Lo de meterles un túper con macarrones no es tan buena idea, creedme. Estaban súper interesados en saber si podían llevar galguerías varias y les dije que todo con mesura. Una bolsita de patatas para acompañar al bocadillo no es lo mismo que un saco de patatas que me quita todo el hambre (y no me como el bocadillo). Y por las chuches también preguntaron. Un par de gominolas de postre no es lo mismo que una bolsa entera (que me va a sentar mal, me va a estropear el resto del día con dolor de barriga y lo mismo hasta vomito en el viaje de vuelta). Un problema perfectamente evitable.
Hablando de mareos, cada uno conoce a sus hijos. Yo sé que o me tomo una biodramina, o lo paso rematadamente mal. Si creéis que puede ser el caso, pastillita al canto. Y una para la ida y otra para la vuelta, que dudo mucho que la que nos tomemos a las siete de la mañana tenga efecto durante todo el día.
Creo que no me dejo nada en el tintero, así que nos vemos el lunes. Un saludo.